La gripe española de 1918, con sus 50 millones de muertos en todo el mundo, es un punto de referencia entre las pandemias modernas pero ¿puede servir para evaluar la epidemia actual de coronavirus?

El presidente francés Emmanuel Macron afirmó que actualmente se vive la "crisis sanitaria más grave desde hace un siglo", refiriéndose a la gripe española.

Los balances por el momento no tienen nada que ver: millones de muertos en los cinco continentes, hace un siglo, frente unos pocos miles por la pandemia actual. Los virus causantes de la enfermedad tampoco son los mismos, de tipo gripal A (H1N1) en el primer caso y un coronavirus actualmente.

Los "contextos" también difieren radicalmente, recalca el geógrafo Freddy Vinet de la Universidad Paul Valéry de Montpellier, quien publicó en 2018 una historia de la gripe española.

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Existe una diferencia esencial: la gripe española tuvo lugar "a la sombra mediática" de la Primera Guerra Mundial, recalca. "La guerra ocupó los titulares de los periódicos. Con el coronavirus sucede lo contrario", señala este especialista en catástrofes y riesgos naturales.

La actitud de los Estados tampoco es la misma: durante la primera ola de la epidemia en mayo-junio de 1918 en Europa, "las autoridades, que tienen otros asuntos que atender, no valoran bien el problema", explica Vinet.

En Francia, la verdadera toma de conciencia sobre la gravedad de la situación no llegó hasta el otoño de 1918, cuando la epidemia prácticamente alcanzó su punto máximo. Se aplicaron medidas para cerrar lugares públicos pero de distinta manera, las autoridades actuaban sobre la marcha, improvisaban.

"Hubo tantos enfermos que ya no había mano de obra ni material para aplicar las medidas, como desinfectar los lugares públicos", explica Vinet.

El ejército francés quedó profundamente desorganizado por la epidemia, pero como todos los países tenían el mismo problema se estima que no tuvo un efecto decisivo en la guerra, añade el geógrafo.

Las únicas cuarentenas efectivas se registraron en islas lejanas como Samoa oriental bajo control de la marina de Estados Unidos, uno de los únicos lugares que se libró del flagelo.

El origen de la epidemia, identificada por primera vez en marzo de 1918 en Estados Unidos, sigue siendo incierto. Podría tener su punto de partida en China, al igual que la actual pandemia, pero no hay pruebas que corroboren la hipótesis.

La epidemia se llama española principalmente porque la prensa española fue una de las primeras en informar sobre la enfermedad en Europa en mayo de 1918.